El último refugio

Lágrimas. Silentes, casi avergonzadas de mostrarse, como si fueran fruto de una debilidad que no quieren reconocer, pero que les vence. Son las lágrimas de esta crisis. Empresarios que han puesto su dinero, sus esperanzas, su futuro, sus sueños, sus ilusiones en un negocio que irremediablemente se va a pique, de trabajadores que se quedan sin empleo y sin futuro. Y no es un bar o un taller, son familias, personas, vidas, voces que se rompen al hablar de su presente, porque en el futuro no pueden ya ni pensar.

Generalmente llevan viviendo muchos meses de angustia, de lucha desesperada por salir de la situación, pero se les han cerrado todas las puertas y ya no saben dónde llamar. Y su desesperación se escapa, rodando por sus mejillas.
No te atreves a abrazarlos, porque sabes que con esa muestra de cariño o de apoyo derribarás los diques que las frenan tan a duras penas.

La maldita crisis no se mide en número de empresas que cierra o en trabajadores que pasan al paro, si no en personas que lo han perdido todo, en lágrimas, en dolor, en desesperanza, en desconsuelo.

Cuando la cosa se pone fea, yo busco consuelo en Cristo, y me siento confortada, aunque la situación no cambie, pero recibo fortaleza para seguir luchando. Esta Sociedad laicista está robando a nuestros hijos hasta ese consuelo que Dios nos ofrece gratis, y que permite que nuestro corazón no se rompa del todo y que en nuestro interior sintamos el calor de Su protección.

Las iglesias deberían estar llenas a todas horas porque ofrecen paz y cobijo y fuera, hace tanto frío…

Menos da una piedra

No crean que me hago ilusiones, no es el caso, pero reconozco que he sentido alivio después de las elecciones. Ya sé que son nacionalistas, ya sé que tendremos que seguir luchando, como llevamos haciendo ya tantos años, ya sé que intentarán el chantaje de siempre si el PP no logra la mayoría absoluta en las próximas generales, ya sé que primarán sus intereses, pero es que el paso del Tripartito por el gobierno de Cataluña ha sido tan devastador, que cualquier cosa puede ser mejor, aún sin ser buena.

Los que viven, sometidos sólo al PSOE, pero tienen un gobierno popular en sus comunidades, no saben lo que ha sido esto. Los ataques continuos, no sólo a la españolidad, sino a la propia moral (recuerden la pág. de educación sexual de la Consellería de Sanitat), a la Iglesia (financiando los grupos que se manifestaban contra la presencia del Papa), a la más mínima justicia, a la educación (contra la elección de centros como por la imposición en profesiores y alumnos del catalán como lengua única, hasta extremos incalificables en la universidad), a la seguridad ciudadana (ocupas y antiglobalización destrozando la ciudad, mientras el Conseller Saura miraba que no estuviera su hijo entre los detenidos), errores graves en el incendio de Horta de Sant Joan, o ver manifestarse con los sindicatos a responsables de gobierno de dichas áreas en Cataluña,..En fin, un total despropósito. Lo de los informes subvencionados por la Generalitat un despilfarro con un descaro ya indecente, la contratación de funcionarios antes de las elecciones, vomitivo, y así todo. No les menciono lo de las embajadas y el nepotismo más en profundidad, ya veremos qué hacen estos, pero es que el 3% nos salía más barato. La política de licencias (ojalá lleguen pronto las municipales) poniendo trabas a los empresarios para mantener sus empresas y ya no digamos para abrir nuevas es de espanto, y se lo digo con conocimiento de causa.

En fin, han arrasado con todo. Sólo les comentaré, ya en forma de anécdota que el President del Parlament, ese del coche tuneado, vive en Reus (Tarragona) y se desplaza a diario a Barcelona (chofer, coche y gasolina a cuenta del contribuyente). Nunca un bedel, sin bachillerato había llegado a tanto. En fin, unos indocumentados que en nombre de Cataluña y de la izquierda se han dedicado a vivir como nuevos ricos y a comprarse propiedades que no pueden justificar con el sueldo que cobran.

Con este panorama, y a pesar de la presencia de Laporta, que no deja de ser una “Carmen Mairena“ cualquiera, comprenderán que la derrota de esta gentuza nos proporcione una verdadera satisfacción.

Ahora toca lo difícil. Parece, por sus declaraciones (ya lo veremos o no en los hechos), que Mas ha comprendido que el voto que ha recibido es prestado, y que va más en la dirección del tema económico que en el nacionalista. No renunciará al nacionalismo, pero las decisiones que debe tomar para la reestructuración de este gigante que es la Administración catalana y del que cada vez han ido chupando más personas, van a empujarle a negociar con el único partido que en estos temas le va a apoyar, ya que las primeras propuestas calcan las medidas que Esperanza Aguirre tomó en Madrid. Que empiece a hablar de apoyar a la pequeña y mediana empresa, que en Cataluña es el verdadero motor de la economía, es un buen síntoma. Después se envolverá en la senyera y clamará contra Madrid, pero tiene bastante que hacer aquí, y seguramente un solo aliado para esos menesteres.

Con las municipales y generales, ya veremos. Es fundamental saber con qué mayoría gobernará el PP, y si CIU será o no necesaria para la gobernabilidad nacional y el PP aquí para la local. Tiempo al tiempo.

Por estos lares seguiremos aguantando nacionalismo y 3%, pero nos quitarán el dinero y las ganas de vivir con más educación.