miércoles, 18 de mayo de 2011

Heroes

Sobrecoge su presencia. Verlos ante el micrófono, escuchar sus palabras y comprobar como los que no mienten hablan con una claridad extraordinaria. Llaman a cada cosa por su nombre, sin rencor, con la tranquilidad de aquel que nada tiene que demostrar, que en la vida ya ha dado mucho más de lo que se le podía exigir. Y por eso, desde nuestras casas sentimos la necesidad de que se haga el silencio, luchando por no ponernos en pie ante la televisión. Tal es el respeto que nos merecen. Y nos molestan los ruidos de fondo, y hasta los comentarios bienintencionados de los locutores, ¡silencio por favor! Y Ortega Lara habla ¡Dios mío no se puede ser más íntegro que este hombre!, que al salir de su cautiverio agradeció al Ministro de Interior que no hubiese claudicado ante ETA, que no hubiese cedido, vamos, igualito que lo que tenemos ahora, y habla de la “autoridad moral”, esa que a él le sobra y tan faltos están en el Tribunal Constitucional. Y Regina Otaola, ¡Qué valor! Cuanto le debemos a esa generación de ediles del PP en el Pais Vasco. Estos que no se han rendido jamás, que saben que lo que viene ahora ya lo han vivido en desprecios, insultos, ninguneos y amenazas, de esas que son totalmente creíbles. Y ahí están hablando alto y claro, emplazándonos a cada uno de nosotros a no arriar la bandera que tanto les ha costado mantener en alto.
Ante su sacrificio, y el de tantas víctimas, tan sólo podemos estar agradecidos, porque jamás podremos pagarles, a ellos, a sus familias, a los escoltas que velan por su seguridad, a los que ellos citan (familia Abasolo, María San Gil, Mayor Oreja…), pero es que, además, hablan con conocimiento de causa, con la verdad, con la razón, y con la autoridad de aquellos que ya no tienen miedo, que saben que peor es callar, y que su dignidad, la de su Patria y la de sus familiares asesinados vale más que la seguridad de sus hogares.

Escuchamos, a veces, al hablar de deporte la expresión “héroes”, y yo particularmente me sublevo. ¿Qué tiene de heroico ganar un partido de lo que sea?, serán grandes jugadores, pero héroes… HEROES con mayúscula, son cada uno de estos hombres y mujeres que renunciando a la comodidad de los cobardes, mantienen y defienden España, sabiendo que en ello se juegan la vida.

martes, 10 de mayo de 2011

De Poncios y Pilatos

Se me hace tan difícil como a Vds., supongo, digerir tanta infamia. Aunque ya lo sabíamos, aunque estábamos convencidos que pasaría, no me acostumbro a ver las manos de algunos miembros del Tribunal Constitucional manchadas de sangre. Una veces con la sangre de los no nacidos y otras con la de las víctimas del terrorismo. ¿En qué país vivimos? Sigo sin perdonar la traición a la unidad de España perpetrada en los estatutos, y principalmente en el de Cataluña, pero esto ya rebosa cualquier intencionalidad política para pasar a ser penal directamente.

Lo más curioso es que este Gobierno, que se supone es el que dijo a los abogados de Estado que, en su nombre, acudieran al Tribunal Supremo a solicitar la ilegalización de BILDU, llaman a todo el que se alinea con esta postura de todo menos bonito. ¡Para una vez que estábamos de acuerdo…! ¿o no?. ¿O tan sólo era el primer acto de una tragedia, en la que el final es exactamente el contrario de lo sugerido en el primer momento? Lo que sí es cierto, es que es una tragedia. Y el sábado, otra vez de manifestación, otra vez a gritar para no ser escuchados por estos Pilatos que de tanto lavarse las manos han perdido la sensibilidad necesaria para saber que con la vida no se juega. Porque se creen que juegan con la vida de otros, pero ¿es que ya no se acuerdan que de los suyos también han caído?… o es que su vida bien valía un pacto para los presupuestos con el PNV, una bombona de oxígeno de tres a cinco meses. Barata me fiais la vida de vuestros correligionarios, y la de los que no lo son, aunque les importe menos.

Las mentiras de esta campaña electoral ya no tienen medida, se han sobrepasado todos los límites, ya no hay moral, realidad, veracidad, vergüenza que les frene....la coherencia está en conseguir el fin a cualquier precio, sabiendo de antemano que no son ellos los que lo pagan, sino cada uno de nosotros, que nos vamos rompiendo por dentro de tanto dolor y desprecio.

Poco importan los resultados de las elecciones, son una casta que ha vivido siempre a la sombra del poder, sin principios, solo con conveniencias, y así nos luce a todos, que encima les pagamos los sueldos que no se ganan.