jueves, 13 de mayo de 2010

Dando lástima

Zapatero tiene la fea costumbre de poner al país en pié de guerra. Lo ha hecho con el aborto, lo ha hecho con la memoria histórica, lo hace en cada una de sus comparecencias… Así que nos les sorprenda que al verlo grogui, como un boxeador noqueado, no nos de pena; mas bien nos irrite. Han sido demasiadas las veces en que se le ha dicho, e incluso a voces y en distintos idiomas, lo que tenía que hacer y no ha querido. Se ha empecinado en un mundo onírico, donde no importaba el lugar que ocupaba nuestro vagón, porque la locomotora europea tiraría de nosotros, y él saldría con sus políticas sociales y las manos limpias de polvo y paja. Pero no, gobernar significa coger la pala y ser el primero en mancharse, para eso está, para eso cobra, para eso se presentó y lo eligieron.
Ahora, ya sabemos “lo que nosotros podemos hacer por Obama”, parece que por fin se pone manos a la obra. Pero no fue elegido para darle gusto a Obama, sino para gobernar, y es a nosotros a quienes nos debe explicaciones, a quienes nos ha endeudado hasta unos límites imposibles, a quienes nos ha hecho más pobres y a quienes ha restado capacidad de salir adelante por su incompetencia, e inactividad temeraria. Nadie puede comprender que un miércoles niegue la necesidad de reducir el déficit de forma urgente y el martes siguiente reduzca el sueldo de los funcionarios, congele las pensiones y encima sea tan cínico de decir que es una reacción a una nueva situación. ¿A qué situación se refiere?, ¿A la que llevamos dos años padeciendo? ¿Ha tenido que esperar a que las cosas se pusieran tan mal que Europa, EE.UU y hasta China le hayan dicho, quítate tú que ya nos ponemos nosotros?
Parecía que los españoles estábamos dormidos, dejándonos ir por la pendiente, sin reacción posible, pero esta mañana ya me han llamado varios en pié de guerra. Ahora se reúnen sindicatos, y tienen la desfachatez de decir que pueden sobrevivir sin subvenciones ¿entonces? Acaso quieren decir que no era necesario el dinero que recibían, pues que lo devuelvan. Fomento también se reúne de forma urgente. ¡Vaya! esos que no fueron capaces de movilizarse para conseguir que el dinero que los españoles prestamos a los bancos llegara a las empresas en forma de créditos, para frenar la sangría del paro, y como no, el aumento de subsidios de desempleo, ahora ven la necesidad de correr, cuando ya el número de parados se acerca a los 5 millones, y han cerrado tantos negocios, y tantos empresarios lo han perdido todo.
Nos sorprende restandonos a todos, pero él sigue rodeado de asesores, a los que por lo visto no hace ni caso, y de Ministerios y ministros prescindibles. ¿Por qué no recorta por ahí? ¿Sera porque les conoce por su nombre, por sus caras y los demás sólo somos números, seres anónimos, a los que se les solicita el voto y se les cuentan milongas en los mítines?
No siento lástima de él, siento lástima de España y de todos nosotros, y como su presencia sólo me produce ira, y como eso no me conviene demasiado, procuro verlo y oírlo lo menos posible. ¡Por Dios, que se vaya ya!

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