viernes, 16 de marzo de 2012

Valientes

Me llegan noticias de nuestros soldados en Afganistán: a través de blogs, son amplias y destacan el heroísmo de varios miembros de nuestro ejército, y a través de la prensa, una nota escuálida destacando el valor de un soldado herido. Y es bien cierto que su actuación fue valiente, pero no lo es menos, que los otros, que le acompañaban lo fueron tanto como él. El valor de un soldado no está en ser herido, sino en la actitud con la que afronta la herida y en su colaboración para que sus compañeros puedan acabar la misión o repeler el ataque, sin causar más bajas en sus puestos que las estrictamente necesarias. Este soldado fue un valiente, y sus compañeros también. Todos dieron muestran de un heroísmo que es difícilmente valorable para los que desde nuestras casas, confortablemente, leemos noticias que parecen acciones de película. Nos emocionamos viendo El Álamo o cualquiera otra en la que se destaque el valor, y lo tenemos al lado y pasa desapercibido.

Hay días en que por la Diagonal de Barcelona pasa un grupo de soldados corriendo, haciendo deporte. Yo, sin poder evitarlo, les miro a la cara, son chavales, como cualquiera de nuestros hijos, si, también como los suyos. Nada hay en su exterior que denote diferencia alguna, sin embargo, debajo de sus cascos y en Afganistán o en cualquier otra trinchera son hombres valientes, dispuestos a dar su vida por todos nosotros. Somos nosotros los que les enviamos a luchar, en nombre de España y de la civilización, en defensa de nuestros valores. Somos nosotros los que sacamos rédito de sus acciones en el exterior. Y, también somos nosotros los que cuando llegan pasamos de ellos y no valoramos su esfuerzo y sacrificio. Envidio sinceramente otras naciones que honran como se debe a sus soldados. En Italia, cuando llegaron los féretros de seis soldados, se paralizó el país. La televisión dedicó toda su programación a honrarles. Y lo mismo he podido ver, a través del ordenador, en Canadá, o USA. Igualito que aquí, que nuestro ya ex Presidente prefirió dedicar la mañana a preparar la oración que iba a hacer ante Obama, a acudir al funeral de nuestros héroes.

Al conocer la noticia, he sentido ese pinchazo de orgullo, y temor tan difícilmente descriptible, y de dolor, al recordar que era ayer cuando Rubalcaba (miembro del gobierno que nos ha metido en más guerras) pedía que los recortes fueran en Defensa. No les digo lo que ha salido de mi boca, seguramente lo mismo que habrá salido de la suya.

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