miércoles, 26 de septiembre de 2012

Oligarquías

No es sólo un problema de financiación. Quieren vivir como si la crisis no existiera y para esa paranoia deben fabricarse un culpable a la medida. Han gobernado al sol o a la sombra desde la transición, y controlan la vida en Cataluña como si fuera su casa, pero a la hora de ajustarse el cinturón, lo hacen con los criados. Esta es la oligarquía catalana contra la que históricamente se ha sublevado el pueblo, no contra España.

A día de hoy ni el President Mas, que cobra el doble que Rajoy, ni los Consellers, que cobran el doble que los ministros, ni el alcalde de Barcelona, Sr. Trias, que también cobra muchísimo más que Rajoy, se han dignado bajarse el sueldo, eso sí los funcionarios son otra cosa…

Se han cerrado plantas de hospital pero seguimos financiando embajadas, gastos identitarios, prensa afín, empresas públicas ruinosas,… y no tienen narices de presentar unos presupuestos que Esquerra Republicana no va a apoyar por los recortes y el PP tampoco, vista la deriva nacionalista. Por eso se envuelven en la bandera para llevarnos a todos a la ruina. Es pura paranoia y cobardía.

Ya no pueden cobrar el famoso 3% (siempre sospechamos que era mucho más del 3%) porque no hay contratos públicos, ni se atreven a cerrar empresas públicas, donde han colocado a sus afines, que conocen lo que se cuece y podrían desvelar las vergüenzas de este “régimen”, ni despedir a todos los “colocados a dedo”. Viven bajo amenaza de que les muestren el espejo de Dorian Grey. Tienen sus sedes hipotecadas para poder pagar las responsabilidades de los pleitos por corrupción que lenta pero inexorablemente van avanzando.

Es un problema de prioridades. Y lloran y montan la pataleta, como niños malcriados, a los que se les restringe el gasto del móvil o la ropa de marca, no los estudios, ni la comida. Y, en su obcecación no escuchan a nadie, no quieren oír que esto es lo que hay y que a esto es lo que debemos ceñirnos.

 Los empresarios, sin créditos ni pólizas de crédito, tienen que ver cada día como sus presupuestos se alteran por entrar sus deudores en Concurso Mercantil, aplazando los pagos y procediendo a quitas. Reducen gastos estructurales y no se permiten lujos, pero no se envuelven en banderas ni rompen la baraja. Luchan como titanes para sobrevivir en condiciones adversas y cuando ya no pueden continuar liquidan la empresa. Las empresas extrajeras afincadas en Cataluña van dando señales de alerta, que desoyen una y otra vez como si fueran aves de mal agüero.

Aquí, como los políticos no pueden cerrar, y por lo visto lo de reducir gastos estructurales y olvidarse de todo aquello que no sea imprescindible, no va con ellos, nos invitan al suicidio colectivo. Como si la deuda desapareciera con la independencia, como si no la hubieran generado ellos mismos no ajustando desde el primer momento ingresos y gastos. Se les ha acabado el chollo y están por pasar a la historia, no como los incompetentes que son, sino como “los héroes” del nacionalismo catalán. Y después de dominar durante 30 años la educación, y los medios de comunicación es muy fácil manipular la realidad, pero ¿y el día después?

1 comentario:

  1. Igual pasa en el gobierno de Rajoy y en el resto de las autonomías: Ellos no se bajan el sueldo pero al ciudadano le cortan hasta las alas.

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