martes, 9 de febrero de 2010

Distorsión

La verdad, no acabo de entender lo que dicen. Las palabras y su significado no deben tener para nuestros políticos la menor importancia, sino no se explica.

El otro día oía a la Ministra Salgado decir que no ha aumentado la presión fiscal; será broma, y sino que se lo pregunten a cualquier pensionista o trabajador para el que el PIB cuenta pero, para Hacienda es otra cosa. Diga la Ministra que han disminuido los ingresos fiscales; la cantidad de empresas que han cerrado, los despidos, el paro,…es cierto, las arcas del Estado han recaudado menos, pero de ahí a decir que la presión fiscal ha disminuido va un mundo y además es falso. Y más falso será cuando se aumente el IVA al 18% en julio.

Zapatero, y las dos Vicepresidentas repiten sin cesar que no se disminuirán los gastos sociales, mientras se habla de aumentar la edad de jubilación, de recortar las pensiones de viudedad y aumentar el tiempo de cotización para obtener una pensión. ¿Me quieren decir si esto no son gastos sociales a qué demonios se refiere este Gobierno?

La culpa la tenemos los españoles, que vivimos más que antes y claro salimos más caros. Como si no hubiéramos estado cotizando para cobrar nuestras pensiones. Como si nos la regalara el Estado. El problema es que hay menos españoles que trabajan y no es por falta de ganas, es que no se dan las condiciones necesarias para ello. Antes las empresas que daban trabajo a personas de mediana edad, tenían desgravaciones o ayudas, ahora no, y estamos perdiendo un capital importantísimo, ya que este colectivo es el que más dificultades tiene para encontrar empleo, cuando aún le quedan un montón de años para la jubilación y tiene experiencia y capacidad de asumir responsabilidades.

También últimamente hemos tenido que soportar que digan que cuando hay un parado en la familia, los miembros de ésta se apuntan también al paro por solidaridad. Cómo que por solidaridad, es que cuando hay un miembro de la familia en paro, los demás se movilizan para encontrar trabajo y compensar la pérdida de ingresos.

Dicen y se desdicen con una desfachatez vergonzosa siempre para quedar bien con el auditorio, sin importarles lo más mínimo la verdad y ahora alegan que hay una conspiración contra Zapatero, cuando las bofetadas no son tan sólo nacionales. Porque nos está saliendo cara en todos los aspectos la famosa presidencia española de la Comunidad Europea. Y las grandes relaciones internacionales de este Gobierno democrático, sobre todo con las dictaduras más bananeras del planeta, tienen el peso que tienen. Y no hay tal conspiración.

El Presidente, que se ha caracterizado por gobernar por y para los suyos exclusivamente, despreciando su obligación de gobernar para todos los españoles, se encuentra que no sólo la mitad del pueblo al que ha estado ofendiendo en cada nueva propuesta legislativa está rebotado, como es natural, sino que ahora “los suyos” también le ponen en duda, y sugieren, más que amenazan con la revuelta de los miserables en que esta legislatura los ha convertido. Y es que a nadie le gusta que jueguen a la ruleta con su futuro.

El Presidente y este gobierno que nos reclama austeridad es todo menos austero. Se conceden subvenciones a grupos “Aido” con unos fines altamente cuestionables, se patrocinan con nuestro dinero películas que nadie ve, se mantienen ministerios y vicepresidencias, no sólo prescindibles, sino inoperantes, mientras el pueblo vive en la angustia de perder sus viviendas y no llegar a fin de mes.

Este Presidente tan zen parece haber olvidado la lección del pescado y la caña, y como un señor feudal espera que le besen las manos cuando concede “graciosamente” aplazamientos al subsidio de paro, mientras los verdaderos creadores de empleo, los empresarios, se suben a grúas o amenazan de quemarse a lo bonzo, en reclamación de lo que les deben las Administraciones. Acaso ya se ha olvidado de aquello que leyó delante de Obama. Págales el jornal.

Y ahora resulta que el problema es de coordinación y comunicación entre los miembros del gobierno y los del su partido con los españoles. No es que no sepan a dónde van, es que no se explican bien. Debemos ser muy listos, porque ya hemos adivinado a dónde nos llevan, a la ruina.

Y las familias, se estrechan el cinturón y se declaran en bancarrota. En ellas está el futuro de nuestra Nación, nuestro bienestar, nuestras pensiones…Pero tenemos que soportar que estos impresentables nos digan que la maternidad es una cuestión cultural y no natural, y que nuestros hijos no nacidos son seres vivos pero no humanos, y penalicen la natalidad, como si fuera un lujo, y claro, esto no hay pirámide de población que lo resista.

No hay conspiración, es el reflejo de su propia imagen en el espejo lo que el Presidente, como Dorian Grey, no resiste.

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