martes, 27 de julio de 2010

Nación de naciones

Empiezo a pensar que vivir en la era de la información es un verdadero engorro. Cada día comprobamos, mediante sus declaraciones, que nuestros políticos viven en una órbita totalmente diferente. La locura del mundo de Alicia es poco comparado con lo que aquí tenemos. Y desgraciadamente nos hemos convertido en consumidores compulsivos de noticias que, por lo general, sólo sirven para abrir una nueva brecha en nuestra confianza en el futuro.

Hoy me he sobresaltado con la noticia de que un exPresidente de Gobierno (del que siempre resaltan su sentido del Estado, aunque sólo sea por comparación con lo que tenemos), y la Ministra, nada menos que de Defensa, dicen que España es una Nación de naciones. Y a una se le abren las carnes.

¿Qué defenderá esta Ministra? A los militares ya hemos visto que no, los visita muy asiduamente, pero defenderlos los defiende poco. Y una empieza a comprender con esta afirmación la vuelta atrás que estamos dando.
El Imperio Romano tenía un ejército que dependía de Roma. Roma nombraba sus Cónsules para dirigirlos y les otorgaba o no el “imperium” para ejercerlo, habitualmente en tierras lejanas.

Las fronteras del Imperio, con el tiempo, pasaron a ser defendidas por los bárbaros que allí vivían, en alianza con Roma mediante pactos (foedus), y así empezó la decadencia militar del ejército romano.

Durante el feudalismo, cada señor feudal contaba con sus propios medios de defensa, y la lucha del Rey por aglutinar y unificar el ejército nos dio varios episodios como poco sorprendentes.

Se pasó así a ser las tropas del Rey, sus soldados. En un Imperio como el nuestro eran de varias naciones que estaban aglutinadas bajo el mando del Rey de España, por medio de conquistas, tratados, matrimonios, etc.

Con la Revolución Francesa se constituirá el ejército de la Nación.

Y ahora, tenemos que oír a Puigcercós diciendo que es el momento de la Independencia, porque en Cataluña ya no hay problema con el ejército, se lo han llevado casi todo. Ya no hay casi guarniciones, ni Regimientos, y parece que vuelve a ser moneda de cambio en el campo de la política Internacional. Y una se pregunta por qué. Y es que con esta Ministra, como ejemplo, que no cree en la unidad de la Nación española, todo es posible, incluso volver tan atrás en el tiempo que la Memoria histórica ya no alcanza.

Preferiría no ser tan consciente de esta decadencia, pero ya se sabe, cuando se acerca la hora de las noticias se nos va la mano al mando de la TV para recibir cada día nuestra dosis de cicuta.

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