jueves, 12 de noviembre de 2009

Comunicación

Vivimos en la era de la Comunicación, nos repiten cada día desde cualquier medio o tertulia,… Es una afirmación fuera de toda duda, de esas que se acompañan con toda la gestualidad de lo obvio. Pero, a mi se me antoja siempre imprecisa.

No dudo que hoy en día las distancias se hayan reducido, ni que la inmediatez del mensaje vía e-mail, videoconferencia, sms o móvil, causen asombro, es la palabra la que me falla.

Hagan Vds. cualquier cursillo, verán como en la mayoría de los casos hay un tema referido a la tan traída y llevada comunicación, siempre orientada a la mayor eficiencia, eficacia o rentabilidad. Y ahora, dígame cómo se llama su vecino del 5º 1ª, sí ese que lleva viviendo en la casa cinco años.

Y no es que sea ésta una pregunta con trampa, o que añore los tiempos de las corralas, es que cada día me sorprenden los vecinos de delincuentes, agresores o asesinos. Todos eran buenas personas, no daban que hablar, sólo en los casos flagrantes te responden que era de esperar. ¿Y Vd. qué hizo?

Por no hablar de aquellas personas que permanecen muertas en su domicilio durantes días, y que sólo el molesto olor a cadáver despierta el interés suficiente para avisar a la Policía.

Y es que sin darnos cuenta olvidamos lo importante. Los vecinos te daban seguridad. Sabías que si a tu hijo le pasaba algo, inmediatamente te avisaban, que si había un enfermo sin familia en el edificio, alguien le haría la compra o la comida, y pasabas a dar el pésame cuando la situación lo requería. Pero ahora, estamos desprotegidos. Nos encerramos en nuestras casas pensando que son fortalezas, pero en la calle siempre hay un pederasta, un violador, un asesino que pasa rozando nuestras vidas sin que lo detectemos, porque son invisibles o no los queremos ver.

¿Dónde están las porteras? Sucumbieron a su fama. Ahora tenemos interinos que, en horario de oficina, solventan los incidentes de la comunidad, pero que no suelen informarnos de aquellas pequeñas cosas que nos hacían sentir cercanos. Se casa la chica del 7º, la Sra. Pérez ha sido abuela, han ingresado al Sr. López esta mañana,…

Y vemos morir los barrios, convirtiéndolos en un conjunto de soledades con domicilio propio.

En este mundo global la comunicación se ha convertido en una herramienta de trabajo, y por eso, en el ascensor sólo hablamos del tiempo.

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